Último número
EDITORIAL
Regresamos para quedarnos
SIDSEL SAUGESTAD
Temas de actualidad para los pueblos indígenas en África
THOMAS WIDLOK
Ser indígena en el África Austral 20 años después del "apartheid"
ALEXANDRA MAGNÓLIA DIAS
Estrategias e identidades cambiantes en las tierras fronterizas del norte de Etiopía: percepciones del grupo fronterizo de los Irob
ALBERT SÁNCHEZ PIÑOL
Los mbuti de África Central
CARLOS BAJO ERRO
La aportación de Sundjata Keita. Derechos humanos antes de los derechos humanos
Editorial
Petróleo y TIC en África
La bajada del precio del petróleo en los mercados internacionales ha puesto en serios aprietos a las economías de los países productores de crudo, y las de los africanos no son una excepción. No vamos a insistir aquí en las distorsiones que provoca en la economía la dependencia de los recursos naturales, que pueden llegar a ser “malditos”. Sí que podemos recordar que gran parte de los países africanos que se consideran bendecidos por los recursos naturales, como Nigeria, Angola y la República Democrática del Congo, presentan unos parámetros sociales marcados por la desigualdad, la malnutrición y la alta mortalidad infantil. Los datos nos muestran que los abundantes recursos no han servido para el desarrollo sino para consolidar en el poder a unas elites cleptómanas. El fin del espejismo de los recursos naturales puede ser la oportunidad para apostar por un desarrollo sostenible, basado en las nuevas tecnologías de la información, las TIC. África dispone del capital humano, y así lo demuestra con iniciativas a lo largo del continente, en que se ha suplido con ingenio la falta de apoyo institucional y las carencias logísticas. Las aplicaciones destinadas a la medicina preventiva, el apoyo escolar y el sistema financiero, por poner unos ejemplos, son apreciadas por su sencillez y adaptación al medio africano. Son, en definitiva, un escaparate de la capacidad africana en las TIC en un momento de crisis de las industrias extractivas.
Editorial
Boko Haram como amenaza
El secuestro por parte de un comando de Boko Haram de un grupo de mujeres en el norte de Nigeria ha suscitado todo tipo de solidaridades en Occidente y ha ocupado un amplio espacio en los informativos. Hasta la esposa del presidente Barack Obama, Michele Obama, se ha pronunciado sobre este secuestro, condenado de forma contundente en todos los rincones del planeta.
Las acciones de Boko Haram son rechazadas, tanto por su violencia, contra la mujer en el caso del secuestro, como por formar parte de un proyecto político excluyente, que se justifica mediante una interpretación interesada del Islam. En África occidental, el Islam ha sido tradicionalmente abierto, dialogante. El dinamismo de las sociedades africanas es, precisamente, el resultado de esta convivencia entre comunidades diferentes, que han convivido durante siglos.
Editorial
El juicio de Hissen Habré
Hissen Habré, presidente del Chad entre 1992 y 1990, será juzgado en Dakar por un tribunal impulsado por la Unión Africana. El juicio al ex presidente es una buena noticia, esperada desde hace años por los miles de chadianos que sufrieron los métodos expeditivos de los servicios de seguridad. Con el juicio, simbólico porque no se pueden reparar con unos años de cárcel los daños causados por la desaparición o la tortura, las víctimas obtendrán un importante reconocimiento moral.
Aunque en el banquillo se sienta Habré, se acusa a un régimen que contó con el apoyo incondicional de los gobiernos de turno de Francia y Estados Unidos. Ambas potencias prefirieron mirar hacia otro lado durante los años del terror. En aras de la realpolitik, que deja tantos damnificados en África, se abandonaron a su suerte a miles personas, de escaso valor para las diplomacias de dichos países. Pesaba más la garantía de estabilidad que ofrecía Habré frente a la Libia del coronel Gadafi que unas cuantas vidas de chadianos.
Editorial
El legado de Mandela
Nelson Mandela, el primer presidente de la Suráfrica que había liquidado el régimen de segregación racial, ha fallecido en diciembre de 2013. En la ceremonia fúnebre, los jefes de Estado y Gobierno allí presentes han coincidido en elogiar a un político capaz de conducir sin rencor el desmantelamiento del apartheid tras permanecer 27 años en sus cárceles. Mandela deja un legado, de tolerancia y concordia, reconocido tanto por los seguidores del Congreso Nacional Africano (CNA) como por sus detractores, tanto por los negros como por los blancos, y tanto por un jefe de Estado comunista, como Raúl Castro, como por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Una unanimidad que da más valor al hombre que, debemos recordar, representaba la resistencia, en silencio en la celda de Robben Island, a una opresión de una minoría sobre una mayoría, en un tiempo en que muchos gobiernos que ahora le alaban, como el británico o el estadounidense, le calificaban de “terrorista”.